24

Jul

2015

César Cáceres

“La felicidad no se reparte, se comparte”

La Oficina Alumni Campus Lima realizó la sesión de continuidad “La Clave de un amor para toda la vida”, a cargo de César Cáceres, profesor de la facultad de CC.EE.EE.

Por Diana Seminario. 24 julio, 2015.

foto webEl director nacional del Centro de Orientación Familiar Raíces y profesor de la facultad de CC.EE.EE, César Cáceres, explicó a los participantes el valor del compromiso, que es el amor especial y único que queremos formar basado en la virtud compromiso. “Debe haber compromiso, uno cuando no tiene virtudes tiene vicios y los vicios son difíciles de corregir”.

Cáceres explicó que el amor es de la razón ya que no hay nada más racional que amar. “Amar es entregarse, es un acto trascendente, yo renuncio a mí por el otro. El momento del inicio del amor es cuando te casas, lo que hay antes es enamoramiento”.

Para el director de Raíces, la verdadera historia de amor se construye teniendo proyectos comunes, sueños comunes, distracciones juntos, estar juntos en las buenas y en las malas, ahorro familiar, saber envejecer juntos, celebrar el amor va más allá de la vida en la tierra. Asimismo afirmó que el joven que no se respeta estará dispuesto a estar con cualquiera, en cambio, si una persona se valora buscará el mejor amor que existe. “El problema no es de él, sino probablemente de sus padres. Sus padres han tenido que educar a este chico sobre los sentidos internos, la imaginación, la memoria, la armonía familiar, etc. Si hay armonía los chicos no se refugian en la imaginación, un hogar donde los padres riñen delante de los chicos, ellos buscan refugiarse porque se sienten inseguros”.

Sobre el matrimonio, indicó que es través de esta institución los hijos aprenden con el ejemplo.  “Las cosas buenas son las más difíciles de sacar adelante, el matrimonio es una de ellas. Hay que tener mucho equilibrio para que el matrimonio no tenga deslices”. Cáceres dijo que existen algunas claves sobre la familia y matrimonio como los detalles diarios de cariño, enamorados para siempre, valorar la igualdad, asegurar la diferencia y enriquecerse con la mutua complementariedad, quererse del todo y atreverse a ser feliz. “Un soltero puede alcanzar la felicidad, pero casados es el doble porque la felicidad no se reparte se comparte”.

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